lunes, 12 de mayo de 2008

2008-05-10 Marcha Cicloturista Infantil... crónica de un aplazamiento.

Desde el día que vi los carteles de las fiestas, en los que se anunciaba la celebración de la Marcha Cicloturista Infantil, con la confirmación de la presencia los castillos hinchables para tener un buen fin de fiesta, había algo que me tenía intranquilo, y era la frase "si el tiempo lo permite".

Es cierto, que en estas fiestas que suele hacer algo de fresco... incluso frío por las noches, pero en los veinte años que llevo viniendo por aquí, nunca me había llovido, o yo al menos no lo recuerdo. Alguna tormenta pasajera sí, pero poco más.

La aceptación que había tenido la iniciativa por parte de mayores y pequeños era increíble... hasta algunos que había prometido no volver a coger una bicicleta estaban encantados con la idea de hacer el recorrido empujando un carrito.

Cuando el miércoles vi que las previsiones del tiempo para el fin de semana no eran las mejores, la idea de "si el tiempo lo permite", no dejaba de darme vueltas por la cabeza. Las previsiones del viernes no podían ser peores... un 95% de posibilidades de lluvia.


El viernes, el viaje desde Madrid estuvo acompañado de alguna gotas de agua, con la esperanza de que al otro lado de la sierra no estuviera lloviendo, o si lo había hecho, que no hubiera caído demasiado, y que diera tiempo a orearse, para que los caminos estuvieran duros.

Al llegar a Cerezo de Abajo, una fuerte tormenta de lluvia y granizo me desanimó bastante... quedaba la esperanza de que no hubiera pasado por Villafranca, pero el estado de las cunetas, los caminos y las tierras no dejaban lugar a la más mínima duda. Todos los caminos estaban impracticables.


Por la tarde, colocando el escenario en la plaza, y los banderines por algunas calles del pueblo, ya nos acompañaba una fina lluvia que no acababa de mojar las calles. Aún quedaba la esperanza de poder hacer un recorrido por las calles del pueblo, e incluso llegar hasta La Nava o Torrecilla por una carretera muy poco transitada.


Por la noche, la cena en la Fragua sirvió para comprobar que la lluvia iba a más, teniendo que agudizar el ingenio para que las brasas de las parrillas que estaban en la calle no se apagaran, ya que dentro no cabíamos todos.

La noche entera estuvo lloviendo sin parar, y por la mañana no tenía pinta de que el tiempo mejorara. Además la temperatura había bajado bastante, tal y como estaba previsto, y a las 10 de la mañana difícilmente superaba las 10 grados.


Finalmente, el tiempo no permitió realizar la Marcha Cicloturista Infantil, pero no impidió que yo la realizara andando, para tomar algunas fotografías y mostrar el estado de los caminos. Para ampliar las fotos, solo debéis pinchas sobre ellas.

La plaza de la Iglesia, punto de reunión estaba completamente vacía. Aunque aún era un poco temprano, era lógico que con estas condiciones climatológicas nadie quisiera salir a la calle, a ver que teníamos pensado hacer.


La subida hasta al cruz, por el camino que va a Vellosillo, está dado de cemento en la zona inicial, la de mayor pendiente, para continuar posteriormente con una zona de arena bien compactada, aunque con demasiada piedra, que en ocasiones se suelta. Aunque muy mojada, esta zona no presentaba demasiada agua, y podría haberse transitado por ella, ya que no había barro.


Al llegar a la cruz, pasado el cementerio, el camino se vuelva más llano, y está bien compactado, aunque no impide que se formen algunos charcos. En las cunetas puede apreciarse la acumulación del agua caída por la noche.

Estamos en la zona más alta del recorrido.
Este camino es el que nos podría haber servido para llegar a la carretera de Torrecilla como camino alternativo.

Al tomar el desvío hacia el deposito de agua, el camino empeora, volviéndose más irregular. Tiene bastante agua acumulado, pero es muy duro y no se forma barro. Para un niño este tramo ya resulta demasiado duro en estas condiciones, siendo muy fácil caerse por tratar de ir evitando los charcos.


Al llegar a la altura del deposito, el estado del camino empeora, con grandes charcos, y abundante acumulación de agua en las cunetas. Para ir andando, ya cuesta encontrar un paso por el que no te pongas perdido de agua.

El camino tuerce a la derecha para llegar hasta el mismo deposito, pero nosotros debemos continuar rectos, iniciando el descenso hasta el camino de Torrecilla. Este camino es de arena menos compactada y bastante más arcillosa, poniéndose cada vez más resbaladizo.


La bajada va llegando a su fin, y el camino cada vez está peor, el agua corre cono si de un río se tratara, y en ocasiones no se ni por donde pasar... salirme a las tierras de los lados era todavía peor.


Por fin llego hasta el camino de Torrecilla, y giro a la izquierda, iniciando una leve subida. Este camino está muy bien compactado, y aunque tienen gran cantidad de piedras, estas hacen que el agua fluya y no se formen charcos.

El camino se vuelve llano, para llegar con una leve bajada hasta el cruce los cuatro caminos, con la carretera que va hasta La Nava.

En este punto deberíamos seguir de frente, para continuar descendiendo hasta la báscula, el punto más bajo del recorrido. Los más pequeños, acompañados de sus padres podrían retornar hacia Villafranca, pudiendo parar en la zona del frontón y el parque infantil, disfrutando de los columpios y toboganes mientras hacían algo de tiempo para llegar todos juntos.









Toda la zona del frontón se encontraba inundada, y aunque en la entrada han colocado grava para evitar que se forme barro, especialmente con la entrada de coches, llegar a la zona adoquinada me resultó bastante complicado.


Desde la báscula, el tramo final con una leve subida hasta llegar a la plaza de la iglesia. Esta parte del recorrido no la realicé, volviendo por la carretera, y desfrutando de los contrastes de color del paisaje, con los diferentes verdes del trigo y la cebada, y el marrón de las tierras de barbecho, a la espera de la siembra de girasoles.... sin olvidar los numerosos agujeros de la cunetas de los topillos.

Ya estaba claro que no había nada que hacer... solo esperara a ver si por la tarde mejoraba el tiempo, y podíamos salir a dar una vuelta. Los castillos hinchables también tuvieron que ser suspendidos, pero ni grandes ni pequeños perdieron la ilusión de salir vestidos con la camiseta confeccionada para la ocasión. A la hora del vermut, el color naranja predominaba sobre todos los demás.

La marcha no se ha suspendido, solo se ha aplazado temporalmente porque "el tiempo no lo ha permitido", hasta... el día que vosotros digáis.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Propongo una nueva fecha para la realización de la marcha ciclista que tuvo que supenderse y nos quedamos con ganas de realizar. Las fechas propuestas sería para cuando acabe el curso escolar, el sabado 21 ó sábado 28 de junio de 2008. Fdo.: PURI

Capitwo dijo...

Una pena que no pudiera ser, pero lo mejor sin duda fue la acogida y las ganas que había, yo ya me apunto para el día que sea.

x2fer dijo...

Nueva convocatoria para el día 21... que para el 28, hay quienes tienen el día ocupado.

A ver si con la llegada del verano, sale el sol de una vez.