miércoles, 21 de mayo de 2008

2008-05-18 Pasado Urueñas, hasta cerca del Valle de Tabladillo

El día se ha levantado un poco triste, lleno de nubes, pero no parece amenazar lluvia. Como de costumbre, somos dos, y los caminos no están muy allá... donde menos te lo esperes te pones de barro hasta arriba, así que está difícil la elección de la ruta para hoy.

Hoy no hemos consultado los mapas en busca de nuevos caminos, así que Captwo decide salir en dirección a Vellosillo, por el camino, para después seguir por carretera hasta Duratón.


Ver mapa más grande

Atravesamos el pueblo, y seguimos por la carretera hasta El Olmo, siguiendo en dirección a Boceguillas. Nada más pasar la parada de autobuses, tomamos el primer camino que sale a la izquierda para ir a Barbolla. El camino no está mal, y quitando un par de charcos se puede circular sin problemas. Salimos a la carretera y continuamos hacia el pueblo, atravesándolo y continuando por la carretera en dirección a Aldeonte, con la intención de tomar el primer camino que salga a la izquierda para ir hacia Urueñas.

Cuando la carretera empieza a empinarse, aparece el camino, que nos lleva hasta el "Pico de la Chorra", al menos así aparece en los mapas de Sigpac, y hasta tiene un punto geodésico. Al llegar a la parte más alta, el paisaje comienza a cambiar, se nota que estamos en primavera, y un manto de flores lo cubre todo... pero es una flor en la que yo al menos nunca me había fijado, y no será por la altura que toma, respecto a la planta de la que sale.




La verdad es que no recordaba haberla visto antes, y menos en estas cantidades, aunque después descubriríamos que por la zona de Sepúlveda también hay este tipo de planta.

Continuamos por el camino, desviándonos a la izquierda, y poco más adelante a la derecha, para seguir paralelos a la carretera en dirección a Urueñas. Una cuestecita más, y ya divisamos el pueblo. La bajada se hace rápida, y con el impulso se sube un pequeño repecho.

Atravesamos el pueblo, y decidimos salir a la carretera, para continuar en dirección al Valle de Tabladillo.

Mientras subimos la cuesta, observamos que hay un camino paralelo, pero que discurre por la parte de abajo, y que parece que va en la misma dirección. Este camino habrá que observarle con cuidado en los mapas, por si nos sirve para otra ocasión.

Al llegar al cruce, nos desviamos a la izquierda, y continuamos hasta poco antes de que comience el descenso hacia el Barrio de Arriba del Valle de Tabladillo. Tomamos un camino que sale a la izquierda, y que nos lleva por la parte de arriba, y desde donde podemos ver de lejos las casas, pero no conseguimos encontrar un camino que nos lleva hasta cerca del pueblo para obtener unas mejores vistas.

El camino parece que se va alejando, así que al llegar a un cruce, giramos a la derecha, dejándome guiar por el instinto y conocimientos de Captwo, que ya ha estado por aquí en otra ocasión, y pretende llevarme hasta un camino que baja al Valle, pero no conseguimos dar con él, teniendo que deshacer parte del camino recorrido al no tener salida.

Regresamos al último cruce, y tomamos otro camino, que esta vez si nos lleva hasta donde quería ir, y después continuamos hasta la carretera, cerca de Hinojosas del Cerro, donde giramos a la derecha para iniciar el camino de vuelta, parar legar a Aldehuelas.

Atravesamos el pueblo, dirigiéndonos a la zona de las canteras, para salir a la carretera que va a Villaseca. La cruzamos, y seguimos por los caminos de concentración, primero a la izquierda, y después a la derecha, camino de Sepúlveda. Enseguida entramos en la zona protegida del Parque Natural de las Hoces del Duratón, indicado por un pequeño cartel.

El camino se acaba, pero seguimos por una senda, y las huellas de un todo terreno, hasta llegar a una pronunciada bajada, cuyo descenso se hace a gran velocidad, con una subida final, que nos coloca en medio de una de las Hoces, desde donde se puede contemplar Sepúlveda al lado izquierdo, y las canteras del Villar enfrente.

Por el lado izquierdo podemos ver la zona del cementerio, y el camino de bajada desde la Puerta de la Fuerza, por donde discurre el Duratón antes de llegar a la Fábrica de la Luz. Estamos en la parte de arriba del recorrido de la Senda de los Dos Ríos, que puede realizarse todo el año sin necesidad de pedir permisos. Desde arriba puedo ver a la gente que realiza el recorrido, por la zona de las barandillas de madera.

Continuamos bajando hasta llegar a los corrales, y desde allí hasta las ruinas de un viejo molino, para tomar el camino en la presa de la Fabrica de la Luz, y llegar hasta el puente sobre el río Duratón, donde suelen estar los controladores del parque que te piden los permisos para entrar en la zona protegida. Esta vez no había ninguno... que raro.


Cruzamos el puente e iniciamos la subida hasta el aparcamiento, y en la barrera nos encontramos a los vigilantes, que al conocer la zona por la que hemos venido, le dan la charla a Captwo, ya que... "por esa zona no se debe pasar, para evitar que se haga una senda, y se meta más gente... bla, bla, bla", pero lo de las huellas del todoterreno, que seguramente eran suyas ni lo mienta. A mi no me dijeron nada, ya que venía más retrasado... las ventajas de quedarse atrás.

Al llegar a la glorieta, tomamos la salida de la izquierda, en dirección a Sepúlveda, y enseguida un camino a la derecha, hasta la parte de abajo del puente, y luego a la derecha por la zona de los huertos y salir a la carretera que sube a la Violeta. Subimos un poco, y al llegar a las naves, torcemos ala derecha, por encima del túnel, para seguir por el curso del río.

El camino está mejor de lo esperado, no hay barro y hasta parece que sale un poco el sol. Se produce un pequeño incidente con una rama de gran tamaño, que cuelga sobre la mitad del camino, y que me golpeo con fuerza con la cabeza. Menos mal que el casco ha aguantado bien.

Cuando giramos a la derecha para iniciar la subida a Torrecilla, aparece sobre el horizonte un gran nubarrón... no se si nos libraremos, pero justo cuando estamos llegando al pueblo comienza a llover, teniendo que refugiarnos en la puerta de un garaje, para colocarnos los impermeables, y proteger el teléfono, la cámara de fotos, etc.

Poco después la lluvia se convierte en granizo, y no parece que lo vaya a dejar... así que decidimos continuar, subiendo por el camino, y llegar a Villafranca por la carretera.

Hoy no ha estado mal, aunque se nota que he perdido la poca forma que tenía, y que espero recuperar poco a poco, ya que los 10 últimos kilómetros se me han hecho un poco largos.



Descargas:

Ruta en formato GPX y KMZ.

domingo, 18 de mayo de 2008

2008-05-17 Subiendo a La Matilla, por donde más barro hay.

Veinte días sin poder coger la bici, por problemas de salud, que llegan a su fin. Para probar como estoy, nada mejor que subir a La Matilla. ya que lo tengo que hacer por obligación.

De paso realizo algunas pruebas sobre el terreno de la versión 0.9.79 Beta de TrekBuddy, que de momento, como principal novedad, va pintando el recorrido realizado sobre el mapa.













El recorrido es el habitual, salgo hacia Puente Murera, que se está empezando a llenar de cardos, dentro de poco no habrá quien pase... sin pinchar, así que Alberto, tenlo en cuenta. También tenía mucha agua, de las tormentas del viernes, por lo que al llegar abajo, ya estaba completamente empapado del agua que va salpicando de la rueda delantera.


Ver mapa más grande

Subo a Aldealcorvo, y al llegar al pueblo, cruzo la carretera y sigo en dirección a San Pedro por la carretera, para después desviarme hacia Aldearraso. Hacía mucho tiempo que no cogía este camino. Llego a San Pedro los las Cruces, y cruzo el pueblo, para pomar el primer camino de la derecha, en la salida del pueblo.

Un poco más adelante, al llegar a un cruce de cuatro caminos, sigo recto, lo normal es que hubiera seguido por el camino de la derecha para llegar a las ruinas de la iglesia de Santiago, pero este camino lo suelo tomar pocas veces, ya que tiene más pendiente y mucha arena, aunque el verano pasado lo habían arreglado... o eso pensaba yo.

Pensando que con el agua, la arena estaría compactada, inicio la subida. Poco a poco las ruedas se van llenando de barro, hasta el punto de rozar con los arcos de los frenos, y eso que ahora llevo unas ruedas finas, de 1.95. A mitad de cuesta el camino se hace más resbaladizo y no tengo ningún control sobre la bici, que me lleva donde quiere, hasta hacerme desmontar un par de veces.

Cuando llego arriba, pienso que lo peor ha pasado, y le saco un par de fotos a la bici. Pero el camino continúa igual o peor. Al llegar al termino de La Matilla, cambia el compuesto del camino, pero en la subida, la arena se pega al barro, haciéndola todavía más pesada a la bici.

Solo al cruzar la carretera, y coger el camino de las eras, para llegar a la plaza, la gran cantidad de charcos hacen que el barro se vaya desprendiendo de las ruedas. Después tuve que darla un manguerazo para quitarla el barro de las bielas, los cambios, los frenos, etc.

La vuelta, hacia Valleruela de Sepúlveda, para tomar el camino de Vadesaz, esta vez sin barro, hasta llegar al pueblo, que en la parte de abajo suele haber un par de charcos que ocupan todo el camino.



Descargas:

Ruta en formato GPX y KMZ.

lunes, 12 de mayo de 2008

2008-05-10 Marcha Cicloturista Infantil... crónica de un aplazamiento.

Desde el día que vi los carteles de las fiestas, en los que se anunciaba la celebración de la Marcha Cicloturista Infantil, con la confirmación de la presencia los castillos hinchables para tener un buen fin de fiesta, había algo que me tenía intranquilo, y era la frase "si el tiempo lo permite".

Es cierto, que en estas fiestas que suele hacer algo de fresco... incluso frío por las noches, pero en los veinte años que llevo viniendo por aquí, nunca me había llovido, o yo al menos no lo recuerdo. Alguna tormenta pasajera sí, pero poco más.

La aceptación que había tenido la iniciativa por parte de mayores y pequeños era increíble... hasta algunos que había prometido no volver a coger una bicicleta estaban encantados con la idea de hacer el recorrido empujando un carrito.

Cuando el miércoles vi que las previsiones del tiempo para el fin de semana no eran las mejores, la idea de "si el tiempo lo permite", no dejaba de darme vueltas por la cabeza. Las previsiones del viernes no podían ser peores... un 95% de posibilidades de lluvia.


El viernes, el viaje desde Madrid estuvo acompañado de alguna gotas de agua, con la esperanza de que al otro lado de la sierra no estuviera lloviendo, o si lo había hecho, que no hubiera caído demasiado, y que diera tiempo a orearse, para que los caminos estuvieran duros.

Al llegar a Cerezo de Abajo, una fuerte tormenta de lluvia y granizo me desanimó bastante... quedaba la esperanza de que no hubiera pasado por Villafranca, pero el estado de las cunetas, los caminos y las tierras no dejaban lugar a la más mínima duda. Todos los caminos estaban impracticables.


Por la tarde, colocando el escenario en la plaza, y los banderines por algunas calles del pueblo, ya nos acompañaba una fina lluvia que no acababa de mojar las calles. Aún quedaba la esperanza de poder hacer un recorrido por las calles del pueblo, e incluso llegar hasta La Nava o Torrecilla por una carretera muy poco transitada.


Por la noche, la cena en la Fragua sirvió para comprobar que la lluvia iba a más, teniendo que agudizar el ingenio para que las brasas de las parrillas que estaban en la calle no se apagaran, ya que dentro no cabíamos todos.

La noche entera estuvo lloviendo sin parar, y por la mañana no tenía pinta de que el tiempo mejorara. Además la temperatura había bajado bastante, tal y como estaba previsto, y a las 10 de la mañana difícilmente superaba las 10 grados.


Finalmente, el tiempo no permitió realizar la Marcha Cicloturista Infantil, pero no impidió que yo la realizara andando, para tomar algunas fotografías y mostrar el estado de los caminos. Para ampliar las fotos, solo debéis pinchas sobre ellas.

La plaza de la Iglesia, punto de reunión estaba completamente vacía. Aunque aún era un poco temprano, era lógico que con estas condiciones climatológicas nadie quisiera salir a la calle, a ver que teníamos pensado hacer.


La subida hasta al cruz, por el camino que va a Vellosillo, está dado de cemento en la zona inicial, la de mayor pendiente, para continuar posteriormente con una zona de arena bien compactada, aunque con demasiada piedra, que en ocasiones se suelta. Aunque muy mojada, esta zona no presentaba demasiada agua, y podría haberse transitado por ella, ya que no había barro.


Al llegar a la cruz, pasado el cementerio, el camino se vuelva más llano, y está bien compactado, aunque no impide que se formen algunos charcos. En las cunetas puede apreciarse la acumulación del agua caída por la noche.

Estamos en la zona más alta del recorrido.
Este camino es el que nos podría haber servido para llegar a la carretera de Torrecilla como camino alternativo.

Al tomar el desvío hacia el deposito de agua, el camino empeora, volviéndose más irregular. Tiene bastante agua acumulado, pero es muy duro y no se forma barro. Para un niño este tramo ya resulta demasiado duro en estas condiciones, siendo muy fácil caerse por tratar de ir evitando los charcos.


Al llegar a la altura del deposito, el estado del camino empeora, con grandes charcos, y abundante acumulación de agua en las cunetas. Para ir andando, ya cuesta encontrar un paso por el que no te pongas perdido de agua.

El camino tuerce a la derecha para llegar hasta el mismo deposito, pero nosotros debemos continuar rectos, iniciando el descenso hasta el camino de Torrecilla. Este camino es de arena menos compactada y bastante más arcillosa, poniéndose cada vez más resbaladizo.


La bajada va llegando a su fin, y el camino cada vez está peor, el agua corre cono si de un río se tratara, y en ocasiones no se ni por donde pasar... salirme a las tierras de los lados era todavía peor.


Por fin llego hasta el camino de Torrecilla, y giro a la izquierda, iniciando una leve subida. Este camino está muy bien compactado, y aunque tienen gran cantidad de piedras, estas hacen que el agua fluya y no se formen charcos.

El camino se vuelve llano, para llegar con una leve bajada hasta el cruce los cuatro caminos, con la carretera que va hasta La Nava.

En este punto deberíamos seguir de frente, para continuar descendiendo hasta la báscula, el punto más bajo del recorrido. Los más pequeños, acompañados de sus padres podrían retornar hacia Villafranca, pudiendo parar en la zona del frontón y el parque infantil, disfrutando de los columpios y toboganes mientras hacían algo de tiempo para llegar todos juntos.









Toda la zona del frontón se encontraba inundada, y aunque en la entrada han colocado grava para evitar que se forme barro, especialmente con la entrada de coches, llegar a la zona adoquinada me resultó bastante complicado.


Desde la báscula, el tramo final con una leve subida hasta llegar a la plaza de la iglesia. Esta parte del recorrido no la realicé, volviendo por la carretera, y desfrutando de los contrastes de color del paisaje, con los diferentes verdes del trigo y la cebada, y el marrón de las tierras de barbecho, a la espera de la siembra de girasoles.... sin olvidar los numerosos agujeros de la cunetas de los topillos.

Ya estaba claro que no había nada que hacer... solo esperara a ver si por la tarde mejoraba el tiempo, y podíamos salir a dar una vuelta. Los castillos hinchables también tuvieron que ser suspendidos, pero ni grandes ni pequeños perdieron la ilusión de salir vestidos con la camiseta confeccionada para la ocasión. A la hora del vermut, el color naranja predominaba sobre todos los demás.

La marcha no se ha suspendido, solo se ha aplazado temporalmente porque "el tiempo no lo ha permitido", hasta... el día que vosotros digáis.